Editorial y Multimedia

Editorial y Multimedia

(1)Libro Ciudad Juárez 2014
Publicado por la editorial alemana Seltmann+Söhne
Textos por Alfonso Morales.
12.5 X 20 cm.

(2)Libro Petare, Venezuela 2007
Publicado por la editorial Oscar Todmann Ediciones
Textos por Paolo Gasparini y Luna Benitez
23 X 23 cm.

(3) Gore, Sinaloa 2017
9X27 cm

(4) Chulada, Sinaloa 2018
14.5 X 19 cm

(5) Culichi Town Sinaloa 2018
14.5 X 19 cm

(6)Hotel Verde, Ciudad Juárez 2017Trabajo de investigación sobre el caso del Hotel Verde, donde tenían secuestradas a 26 mujeres de 13 a 22 años, cuyos restos aparecieron a principios del 2012 en Arroyo El Navajo, desde el 2010 este lugar es escena del crimen y no se permite la entrada ni siquiera a los familiares de las víctimas,  es resguardado por la Procuraduría General.
19.5 X 14 cm. 

(7) Ciudad Juárez Breaking Down
México 2015
16.5 X 26.5 cm

(8) Ensayo de la Identidad. Ciudad Juárez 2007
20.5 X 25 cm

(9)Diario Historias de mujeres desaparecidas
En ciudad Juárez
2005-2019
13X21 cm

(10)Memory Log Book
Ciudad Juarez 2015
19X25 cm

(11)Ficheras de la Merced
Ciudad de México 2002
Impresión de negativo en fibra.
21X27 cm

Open… Ciudad Juárez 2011
Imagenes del centro de la ciudad antes de la guerra entre los cárteles. 

Closed… Ciudad Juárez Imagenes del centro de la ciudad Juárez, después de la guerra entre cárteles

Petare, Venezuela 2007 Música Tambores Venezolanos (Choao)

Falsos Positivos, Colombia 2008

FALSOS POSITIVOS

COLOMBIA 2009

Los viajes los empezamos desde la ventana. Parecería que fueran puertas invisibles que nos permiten estar un poco adentro, un poco afuera. Así es que comienzo este relato desde una ventana en Bogotá. La habitación, cálida y con recuerdos familiares en la pared. El motivo de mi visita, documentar la desaparición de Estiven Valencia, de 16 años. Su madre, una señora delgada, morena, se asoma al barrio de Soacha y la mirada se va alejando hacia la tristeza…
Estiven es uno de los cientos de jóvenes llamados “falsos positivos”: desapariciones a manos del ejército colombiano, luego declaradas como bajas de guerrilleros en combate, ocurridas desde 2001. Por cada guerrillero (positivo muerto), los soldados recibían incentivos económicos, días libres y ascensos. Así, empezaron a secuestrar varones, de 15 a 30 años, en los barrios más pobres de Colombia. Los enviaban a diferentes partes del país -la mayoría, a Ocaña, una ciudad al Norte-, los asesinaban y los presentaban como guerrilleros muertos.
Sentada en un sillón azul, la madre de Estiven va cambiando su tono de voz, como si su aliento no alcanzara para continuar el relato. “Llegamos de noche, llovía. Medicina Legal de Ocaña no tenía gente que nos ayudara a sacar a mi hijo [de una fosa común]; lo hicimos mi hija y yo, y el señor que cuidaba el terreno. Empezamos a cavar y salió un cuerpo. Les ponen una bolsa para separarlos, y luego echan tierra, y luego ponen otro cuerpo; así sucesivamente. Estivito era el tercero. Lo tuvimos que rociar con químicos y esperar tres horas para poder acercarnos (…). Lo reconocí por una cicatriz en la frente. Después de 9 meses, por fin tenía a mi hijo conmigo.”
La familia viajó con el cuerpo envuelto en bolsas las 16 horas de regreso a Bogotá, ya que no tenía dinero para un ataúd. Estiven fue enterrado al día siguiente.
Estuve en varias casas escuchando historias de estos jóvenes. Pienso mucho en aquel viaje de 16 horas, en el miedo que pudieron sentir, en el viaje de los padres (y en mi propio viaje). Y en lo que la memoria significa. Más, cuando el viaje no quiere decir encontrar el camino de regreso a casa.

Estos jóvenes, eran delincuentes… no estaban precisamente recogiendo café en una finca

Presidente Álvaro Uribe

Martes 8 de Septiembre del 2008
Rueda de prensa, sobre falsos positivos en Bogotá, Colombia.

Ciudad Juárez Breaking down 2015-2011

Ciudad Juárez.

Breaking Down

Ciudad Juárez es una de las ciudades mas importantes en la frontera de México con Estados Unidos. La inversión internacional en el área de manufactura industrial impulsó la ciudad  en los años ochenta, como una de las más prometedoras del país. Esto provocó su crecimiento acelerado, debido a la movilización de miles de personas del sur de México, así como  la población flotante en su mayoría latinoamericanos, quienes, en su fracaso de cruzar la frontera a Estados Unidos y sin la posibilidad de volver a su país, se quedaron  en ciudad Juárez. Hoy esta ciudad fronteriza es considerada como uno de los lugares más violentes del mundo, fuera de las declaradas zonas de guerra. 
Mi reencuentro con la ciudad se dio años atrás, recorriendo el centro histórico de Juárez,  y aunque creí tener memorizado el lugar, me doy cuenta de lo frágil de la memoria;  me desconcierta saberme en el tiempo, o mas bien la ferocidad de la destrucción en el tiempo. 
Desde hace cinco años, ha empezado a desaparecer el centro de la ciudad, convertido ya  en el campo de batalla de los cárteles de droga, en los escenarios de feminicidios, y en el foco principal de  lugar de desaparición de personas, Ciudad Juárez es el ejemplo del consumismo de una sociedad así misma sin poderse detener.
Creo que  hay algo  en todos esos espacios que hace a las personas olvidar que hay otros lugares, como si uno no tuviera un pasado, igual que la ciudad.
Creo que me gusta por que no tiene memoria o, al menos no tan obvia como los otros lugares en los que he estado. Es como si se hubiera caído y algo adentro se quebró, es como la  esencia de un infeliz, tan aturdido por la pérdida, que se queda trabado y trabado en la misma pieza de tristeza.
Ciudad Juárez es como una cocina vieja, apenas amanece y se puede ver a los camiones deambulando por ahí como cucarachas,  cucarachas de fierro corriendo en un piso sucio, miserable, un piso arruinado, un piso solo.

Cerro de Pasco, Perú 2017

Cerro de Pasco, Perú 2017

La ciudad que fue tragada por una mina.

La ciudad peruana Cerro de Pasco es conocida como ‘la capital minera del Perú’ se encuentra a 4300 metros sobre el nivel del mar siendo una de las ciudades más altas del mundo.

Hace un siglo fue muy desarrollada y la segunda más grande del país. Actualmente está considerada oficialmente en “emergencia ambiental”, según la decisión del Ministerio de Salud del país andino, forzando a sus habitantes a desplazarse a las periferias y otros poblados.

En medio de la cuidad hay un gigante hueco de casi dos kilómetros de longitud, un kilómetro de ancho y una profundidad de casi medio kilómetro, que se sigue expandiendo.

El centro histórico de la ciudad, fundado a finales del siglo XVI, ya no existe, fue ‘tragado’ por la mina la cual sigue avanzando sobre barrios construidos en los años 1960, los cuales se fueron construidos por gente desplazada para alejarse de la mina.

Alrededor de la mina hay una ‘zona de exclusión’ llena de casas abandonadas. La mina envenena con sus desechos tóxicos los lagos y los ríos, dejando a la ciudad sin agua potable.

El 60 por ciento de la población sufre de un alto contenido de plomo en la sangre, siendo los niños los mas afectados, tienen problemas de desarrollo, de aprendizaje y muchos de ellos   sufren dolores, convulsiones y disfunciones de órganos.

Entre 2010 y 2014, la empresa minera Volcán tuvo más multas medioambientales que cualquier otra firma minera en Perú, de las cuales muchas nunca pagó, Muchas casas en la ciudad son abandonadas y a aquellos que quieren dejar la ciudad les resulta difícil encontrar un comprador para sus hogares, pese a que los precios de los inmuebles son muy bajos.

Ensayo de la Identidad, Ciudad Juárez 2005-2020

ENSAYO DE LA IDENTIDAD, ciudad Juárez 2005-2020

El acto de extrañar

Extrañar. Estar alejado del que te habita.

Comencé a documentar los espacios y objetos personales de mujeres desaparecidas en 2005, a partir de los reportes de desaparición  encontrados en las calles del centro de Ciudad Juárez. Se trataba de  papeles mal copiados, con sus nombres, características físicas y una foto. Cada vez que las miraba, enmudecía hasta el alma. Desde ese momento, no he dejado de sentir ese vacío.

Los primeros casos de mujeres que documenté, curiosamente, tenían mi edad. Visitar sus habitaciones me hacía recordar a mí misma hace algunos años. Las madres me miraban largo rato y me hablaban de sus hijas como si fuera una vieja amiga. Yo intentaba construir una imagen, reincorporar recuerdos para conocerlas.

Me mostraban fotos, ropa y, en algunas ocasiones, podía percibir el olor en alguna prenda. Nunca había visto tanto dolor en una persona: como si el extrañar a sus hijas desdoblara el presente en pasado, una y otra vez, como única manera de retener el amor.

Hasta el momento, sigo documentando todo lo que se produce en torno a la desaparición de mujeres en Ciudad Juárez. El lugar se ha convertido en un mapa personal, trazado de posibles trayectos de todas ellas. Las imagino caminando por ahí: no dejo de buscar en las persona rasgos o rostros de algunas de las jóvenes que no han podido volver a sus casas. Siempre pienso dónde podrían estar.

Quisiera decir “lo siento profundamente”. Repetirlo tantas veces casi como una plegaria para que la tristeza se vaya, pero sé que no sucederá nada. Así que sólo encuentro esta manera de acompañar a las mujeres que compartieron conmigo los últimos recuerdos de sus hijas. Quisiera decirles que he aprendido a extrañar con ellas, que desde hace tiempo me siento incompleta, que me han hecho entender lo que es amar en la profundidad de la memoria. Y que ya no pienso en la palabra “muerte” porque supe que el extrañar, cuando se ama, es mucho más eterno que morir.

Mayra Martell